Ernesto Piedras 10 de noviembre de 2021, 23:12
Los Censos Económicos de 2019 y el Censo de Población de 2020 (INEGI) apuntan que 78.1% de los hospitales, 43% de los prestadores de servicios de salud y 52% de los hogares cuentan con acceso a internet. En este sentido, contribuye de manera fundamental promover para su creación y operación la conectividad en los centros de salud públicos y privados, la cobertura y capacidades de la Red Pública Compartida.
Smartphones y Wearables como Habilitadores. La masificación del uso de smartphones en México resuelve un eslabón de la cadena de conectividad, al ser dispositivos que habilitan el acceso y gestión de información de un ECE.
Al segundo trimestre de 2021, estos alcanzaron una contabilidad de 118.4 millones o 92.7% del total de líneas en México.
También las capacidades de los wearables son fuente importante del procesamiento de información y monitoreo del estado de salud de sus usuarios, por lo que junto a los smartphones, deben ser considerados como dispositivos sobre los que debe descansar el acceso e intercambio de información de salud.
A partir de las barreras referidas, es de toral importancia impulsar una solución tecnológica de este calado que derive en beneficios generalizados para los pacientes y para el sistema de salud del país. Con todo, la tarea de contar con una plataforma interoperable que los integre es una asignatura pendiente.